Tras una larga búsqueda pudo saberse que durante el operativo Felipe fue entregado por los represores a una vecina. Esta mujer buscó para el niño una familia con la que vivió durante siete años hasta su localización en agosto de 1984. Había sido inscripto como hijo propio.
En septiembre de 1984 fue restituido y se reencontró con sus padres. En octubre de ese año se recibieron los primeros datos sobre el paradero de María Eugenia. También había sido inscripta como hija propia por un comisario y su esposa. El 18 de septiembre de 1985 fue restituida. Desde entonces María Eugenia y Felipe vivieron con sus padres y sus hermanos, María Paz y Manolo, en Brasil.