“Fue como sacarme varias mochilas de encima”, así describió Ezequiel el hecho de haber recuperado su identidad. Hasta los 24 años, siempre creyó ser hijo biológico del matrimonio que lo había criado, pero su apropiadora le confesó que no lo era. “Después levanté una pared y no proseguí con el tema, lo dejé en un segundo plano. Sí me generó ruido cuando nació mi hija en 2004. Ahí pensé, ¿qué me hubiese pasado si me secuestran un hijo?”. Apenas conoció la verdad, en 2010, a la semana fue a visitar a su abuela paterna, con quien pudo compartir seis años y recuperar algo del tiempo perdido.
Los padres de Ezequiel eran oriundos de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Jorge nació el 25 de octubre de 1952. Tenía una hermana mayor. Su padre era comerciante. Era propietario de una fábrica de carteras en Coronel Suárez, que más tarde trasladó a Bahía Blanca. Jorge estudió Ciencias Económicas en la Universidad Nacional del Sur. Militaba en la organización Montoneros y sus compañeros lo llamaban "El Hippie", "Ricardo" o "Iricardo". Era alto, de ojos claros, cabello castaño, ondulado y usaba bigotes.
María Graciela nació el 9 de febrero de 1953. Era la mayor de dos hermanas. Su familia la apodaba "La Gracie". Su padre era tornero en los talleres del ferrocarril. Junto a su mujer, eran propietarios de un kiosco. Graciela estudió la carrera de Bioquímica en la Universidad Nacional del Sur, hasta tercer año. Ya en Buenos Aires, trabajó como empleada en una fábrica. Militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y luego en Montoneros. Sus compañeros la conocían como "Raquel", "Chela" o "Quela". Graciela era muy linda, alta, de ojos verdes, cabello oscuro y ondulado, y fanática de Los Beatles.
La pareja se conoció en la militancia estudiantil. Después de un largo noviazgo, se casaron en Buenos Aires el 30 de enero de 1976. Vivieron en varios lugares del Gran Buenos Aires hasta que se instalaron en Hurlingham, donde fueron secuestrados.