Las Abuelas tenían fuertes sospechas acerca de que el ex prefecto e integrante del grupo de tareas de la ESMA, Antonio Azic, tenía en su poder a la tercera hija del matrimonio Ruiz Dameri. Ya se había comprobado que el represor se había apropiado de otra hija de desaparecidos, Victoria Donda, también nacida en la ESMA, quien recuperó su identidad en el 2004.
A pesar de los indicios, la joven se negaba a realizar los análisis inmunogenéticos. Finalmente, la justicia ordenó realizar un procedimiento para obtener pruebas de ADN a través de objetos personales y el 27 de mayo de 2008 los resultados del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) confirmaron que se trataba de la tercera hija del matrimonio Ruiz Dameri. Sus padres continúan desaparecidos.