En marzo de 2004 un joven con dudas sobre su identidad y datos que certificaban que no era hijo de quienes lo habían criado, se acercó a la filial de La Plata de Abuelas de Plaza de Mayo. Poco después se presentó en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) donde ordenaron la pericia genética en el Banco Nacional de Datos Genéticos. En noviembre de 2004 se realizó los análisis correspondientes y el 11 de agosto de 2005 los resultados confirmaron que era el hijo de Inés y Rubén. Sus padres continúan desaparecidos.
Leonardo Fossati Ortega
- ADN: 11 de agosto, 2005
Leonardo Fossati Ortega nació el 12 de marzo de 1977 durante el cautiverio de su madre, Inés Beatriz Ortega. Ella y su compañero, Rubén Leonardo Fossati, fueron secuestrados el 21 de enero de 1977 en la vía pública en la localidad de Quilmes, la joven embarazada de siete meses. Ambos fueron vistos en la Comisaría 5ta de La Plata y en el centro clandestino "Pozo de Arana". Inés también fue vista en la Brigada de Investigaciones de La Plata. Por sobrevivientes, pudo saberse que el 12 de marzo de 1977 Inés dio a luz un varón al que llamó Leonardo en la cocina de la Comisaría 5ta. El parto fue asistido por el médico policial Jorge Antonio Bergés. La joven pudo compartir con su hijo menos de cinco días hasta que los guardias le anunciaron que "El Coronel" quería conocerlo y que se lo entregaría a su familia biológica.
La familia de Leonardo Fossati Ortega
197721 de enero
Desaparición de la madre
197712 de marzo
Nacimiento del/a nieto/a
200511 de agosto
Restitución
81Número de caso resuelto
“Al principio era la historia de mis viejos, y no sabría decir cuándo empezó a ser mi historia."
El reflejo en el espejo
Inés nació el 15 de febrero de 1959 en la ciudad de La Plata. Rubén el 12 de septiembre de 1955 en la misma ciudad. La joven militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y él en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Sus compañeros lo llamaban "La Chancha".
“Cuando era chico me pasaba horas haciendo monerías frente a un espejo: caras locas, serias, chistosas, me divertía. Pero siempre pensaba que ese que veía en el espejo no era yo, que detrás del que se reflejaba estaba la realidad. Seguí teniendo esa sensación hasta que me hice grande, incluso cuando ya había nacido mi hijo Tomás, y un día pensé ¿por qué no averiguar un poco más? Me animé, fui a Abuelas y ahí me enteré que la familia con la que crecí no era mi verdadera familia, que era hijo de desaparecidos, y por fin entendí por qué, cuando era chico, sentía que el del espejo no era yo”.
Hoy Leonardo es uno de los nietos más activos de la institución, además de ser el coordinador del Espacio para la Memoria Ex Comisaría 5ta. de La Plata, el siniestro lugar donde nació que se ha convertido en un sitio de vida y de transmisión de la historia para las nuevas generaciones. “No cambiaría la peor de las verdades por la mejor de las mentiras. Más allá de lo duro que pueda ser, para que cada uno sea libre debe estar parado sobre la verdad”, suele decir.
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