La primera denuncia en Abuelas sobre el hijo de Ani y el Gringo la hizo en 1982 Irma Ferrara de Menna, desde su exilio en México. Más tarde, la hermana mayor de Ani, Alba Lanzzillotto, impulsaría la búsqueda desde nuestra Asociación. Desde 2004, se recabaron diversas informaciones sobre quien hoy sabemos es el hijo de Ani y el Gringo. Nuestro equipo de investigación reunió documentación suficiente como para plantearle la posibilidad de que fuera hijo de desaparecidos.
Al mismo tiempo, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) realizaba averiguaciones en colaboración con el Juzgado Federal Nº 3 de La Plata –en el marco de una causa de apropiación– sobre las actas de nacimiento firmadas por la médica Juana Franicevich, quien ya había suscripto las partidas de dos nietos restituidos. Al verificar uno y otro equipo que estaban investigando el mismo caso, se decidió que la Conadi contactara al hombre, quien en junio de 2016 accedió a analizarse en el Banco Nacional de Datos Genéticos. Cuatro meses después, se confirmó que se trataba del hijo de Ani y el Gringo.