Nieto/a - CASTRO RUBEL, Jorge

Jorge Castro Rubel

ADN: 4 de diciembre, 2014

Nació en junio de 1977, con un peso menor a dos kilos, en el sótano del Casino de suboficiales de la ESMA. El parto prematuro fue atendido por el médico naval Jorge Magnacco, y las detenidas Alicia Milia y Sara Solarz de Osatinsky acompañaron el nacimiento. Su madre, a quien durante su cautiverio conocían como “Ana de Castro”, pudo tener al bebé apoyado en el pecho durante unos minutos. Luego, Magnacco los separó y el recién nacido estuvo en incubadora allí, hasta que dos o tres días más tarde fue llevado por dos hombres al Hospital Elizalde. Un médico de guardia de ese hospital decidió inscribirlo como hijo propio y le ocultó su origen. La familia Castro sabía que Hugo estaba esperando un hijo con su nueva pareja, a quien no habían visto. Desde un inicio, buscaron a los tres. Pero los Rubel solo buscaban a Ana porque desconocían que había formado pareja y estaba embarazada.

La familia de Jorge Castro Rubel

Madre

Ana Rubel

Desaparecida el 16 o 17 de enero de 1977, en su domicilio de Villa Crespo. Embarazada de dos meses.

Padre

Hugo Alberto Castro

El 15 de enero de 1977 fue visto por última vez antes de su desaparición, cuando visitó la casa familiar en la localidad bonaerense de La Lucila.

Abuela materna

Regina Horowicz

Oriunda de Chaco, ya había sufrido el terrorismo de Estado cuando su hijo Oscar Rubel fue asesinado en 1974. Regina y su marido, León Rubel, fallecieron sin saber que su hija estaba embarazada al momento del secuestro.

Abuela paterna

Liria Ángela Santoro De Castro

En 1984, Liria radicó la denuncia sobre la desaparición de su hijo y de su compañera embarazada. Ella y su marido, Amador Castro, fallecieron antes del encuentro de su nieto.

En agosto de 2014, alguien de su entorno le confesó a Jorge que no era hijo biológico de quienes lo habían criado. Al principio, sus apropiadores le negaron la información pero luego debieron admitirla. Así, el 16 de octubre de ese año, el joven se acercó a Abuelas para comenzar la búsqueda. El 4 de diciembre, el BNDG informó que se trataba del hijo de Ana y Hugo. “Es un impacto muy grande saber que uno fue un desaparecido. Jamás me imaginé que podría haber nacido en la ESMA”, cuenta Jorge.

Su madre y su padre eran militantes de las FAL. Ana, oriunda de Resistencia, Chaco, nació el 27 de julio de 1949. Hugo, de la localidad bonaerense de San Isidro, nació el 1° de septiembre de 1951. Sus compañeros lo llamaban "Cabezón" o "Manolo" y a ella "Chaqueña" o "Angela". Ana estudiaba Ciencias Económicas y trabajaba en el Laboratorio Bagó, mientras que Hugo era maestro mayor de obras y estudiante de Arquitectura. El último contacto de Hugo fue el 15 de enero de 1977 cuando visitó la casa de su familia. Ana fue secuestrada de su domicilio del barrio de Villa Crespo el 16 o 17 de enero de 1977, embarazada de dos meses. La pareja permaneció detenida en algún CCD dependiente del Ejército hasta que fue trasladada a la ESMA.

La madre y el padre de Jorge continúan desaparecidos.

Jorge recibe su Archivo Biográfico Familiar en la Casa de las Abuelas.

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Lugares relevantes de la historia familiar

CCD donde fueron vistos, y donde Ana dio a luz a Jorge
Lugar de nacimiento de Ana

197716 de enero

Desaparición de la madre

20144 de diciembre

Restitución

116Número de caso resuelto

“Yo no creo que uno restituya su identidad, creo que uno enriquece su identidad conociendo sus orígenes. Ese es el gran regalo que nos hacen las Abuelas”

Jorge Castro Rubel

Las sobrevivientes y la reconstrucción del caso

El vínculo entre Ana y Hugo pudo ser corroborado treinta años después de su desaparición, a raíz de una investigación de la CONADI. Testimonios de sobrevivientes de la Esma daban indicios de que “Ana de Castro” era Ana Rubel, por dos datos: era chaqueña y su papá era ciego. Con la familia chaqueña, a través de una prima de Ana que fue quien la vio por última vez antes de su desaparición, logró confirmarse que la joven estaba embarazada. Luego, con una foto suya, Alicia Milia ratificó que era la misma mujer a la que había acompañado durante su parto en cautiverio.

Como los padres de Ana ya habían fallecido, a pedido de Abuelas la justicia ordenó la exhumación de sus cuerpos para extraer el material genético que, en 2008, permitió completar el perfil familiar que años más tarde se entrecruzaría con la muestra de Jorge.

Él valora el encuentro con Alicia Milia, clave en esta historia: “Es un vínculo muy mediato con mi mamá, porque estuvo en ese momento tan particular. Siento que ella nos une. Lo primero que hizo fue mirarme y buscaba un lunar en mi cara. Creo que los sobrevivientes han hecho una contribución tan grande que su rol en el proceso de memoria, verdad y justicia es central”.