En 2010, Abuelas y la CONADI recibieron una denuncia con información sobre una joven que podría ser hija de desaparecidos. Luego de realizada la investigación documental, el 26 de febrero de 2013, el caso fue remitido a la unidad especializada en casos de apropiación de niños durante el Terrorismo de Estado de la Procuración General de la Nación. Esta Unidad, creada en 2012 a instancias de Abuelas, realizó una investigación preliminar que en agosto de 2013 fue enviada a un juzgado federal desde donde se solicitó la extracción de sangre. Al enterarse de la existencia de esta causa judicial, la joven llamó a Abuelas para realizarse voluntariamente el análisis genético. Pero la joven se encontraba viviendo en el exterior, entonces, la extracción se produjo el 25 de abril de 2014 a través del consulado de los Países bajos en el que reside. La muestra llegó el 8 de mayo a la Argentina y fue recibida por la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería. Este organismo la remitió al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para efectivizar el estudio y el 21 de agosto desde allí se informó al juzgado que la joven es hija de Héctor Baratti y Elena De la Cuadra.
Hoy Ana Libertad, tiene contacto fluido con su familia y la institución.
Su mamá continúa desaparecida y los restos de Héctor fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en 2010.