A partir del secuestro de la pareja, sus familiares junto a las Abuelas comenzaron la búsqueda y en 1983 presentaron la denuncia ante la justicia. Veinticinco años después, el 25 de julio de 2008, los resultados de los análisis inmunogenéticos realizados en el Banco Nacional de Datos Genéticos confirmaron que una joven dada en adopción a través del Movimiento Familiar Cristiano, era la hija menor de Roberto y Teresa. Fue el segundo caso resuelto por la justicia y las Abuelas en el que se acreditó que esta organización de la iglesia entregaba niños durante la última dictadura militar, sin investigar el paradero de su familia. De este modo, la joven pudo conocer su verdadero origen y encontrarse con su familia. Sus padres permanecen desaparecidos.
Milagros Castelli Trotta
- ADN: 25 de julio, 2008
Milagros Castelli Trotta nació entre abril y mayo de 1977 durante el cautiverio de su madre, María Teresa Trotta, en Campo de Mayo. María Teresa y su esposo Roberto Castelli fueron secuestrados en distintos operativos el 28 de febrero de 1977, él en Merlo, y ella, se presume, cerca de San Antonio de Padua, embarazada de seis meses y medio. La pareja fue vista por sobrevivientes en los centros clandestinos "Sheraton" y "El Vesubio". Según testimonios, la joven fue llevada al sector de Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo donde dio a luz una niña a fines de abril, principios de mayo de 1977.
La familia de Milagros Castelli Trotta
197728 de febrero
Desaparición de la madre
200825 de julio
Restitución
91Número de caso resuelto
Reparar la historia
María Teresa nació el 14 de julio de 1950 en la provincia de Buenos Aires. Sus amigos la llamaban "Tere", "Teresita" o "La Petisa". Roberto nació en la ciudad de Buenos Aires el 28 de diciembre de 1946. Sus amistades lo llamaban "Beto" o "Cabezón". En 1974 nació su primera hija, Verónica. Ambos militaban en la columna oeste de la organización Montoneros. Sus compañeros la llamaban "Ana" y a él "Daniel".
En los años 90, Verónica se sumó a la agrupación H.I.J.O.S. y, junto a otros compañeros, fundó la Comisión Hermanos del organismo desde donde se realiza la búsqueda de sus hermanos desaparecidos por el terrorismo de Estado. A los 34 años, tras una larga lucha, Verónica pudo conocer a la suya, presentarle a su tía Mercedes y a sus primos, y de a poco ir reparando la historia familiar dañada por el genocidio.
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