En 2002, un joven con dudas sobre su identidad se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) sin saber que su caso se encontraba en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 1. El magistrado a cargo del tribunal ordenó la realización de los análisis inmunogenéticos y el 4 de abril de 2003 el resultado confirmó que se trataba de Horacio, hijo de Liliana y Chacho.
En julio de 2003 el cuerpo de su padre fue exhumado e identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), había sido enterrado como NN en el cementerio de San Vicente de Córdoba. Los restos de Liliana fueron exhumados el 9 de enero de 1984 e identificados por el EAAF en 2004. Horacio pudo conocer su historia.