Restituido/a

José Bustamante García

“Hay que tomar la decisión y no dejar pasar más tiempo”
 José Bustamante García
Nombre del nieto/a

José Bustamante García

  • ADN: 18 de abril, 2017

Nació en julio de 1977 durante el cautiverio de su madre, Iris Nélida García, secuestrada cinco meses antes, el 31 de enero, junto con su compañero, Enrique Bustamante, en la pensión donde vivían en el barrio porteño de San Telmo. El operativo estuvo a cargo de la Policía Federal. Ambos fueron vistos en el centro clandestino "Club Atlético". Enrique fue llevado a la ESMA y luego devuelto al Atlético. Iris permaneció en el Atlético hasta mayo de 1977, cuando fue trasladada a la ESMA para dar a luz, lo que demuestra la coordinación represiva entre fuerzas de seguridad y Armada. La pareja continúa desaparecida.

La familia de José Bustamante García

Iris Nélida García
Madre

Iris Nélida García

Desaparecida el 31 de enero de 1977 en la ciudad de Buenos Aires. Embarazada de tres meses.

Enrique Bustamante
Padre

Enrique Bustamante

Desaparecido el 31 de enero de 1977 en la ciudad de Buenos Aires.

Iris Nélida Soler De García
Abuela materna

Iris Nélida Soler De García

Nacida en Mendoza en 1926, falleció en Ciudad de Buenos Aires en 1984 sin poder abrazar a su nieto.

Blanca Maura Bonifacia Nuñez
Abuela paterna

Blanca Maura Bonifacia Nuñez

Nació en 1921 en Lavalleja, Uruguay. Falleció sin abrazar a su nieto.

Al momento del secuestro, Iris estaba embarazada de tres meses. Había llamado a sus padres para avisar que iría de visita, pero canceló el encuentro y su familia nunca más supo de ella.

En Club Atlético sus compañeros de cautiverio le decían “la Lobita”. En tanto, sobrevivientes de la ESMA habían relatado que una detenida, “Tita”, había parido un varón en julio de 1977 y que incluso lo había tenido en brazos. Memorias fragmentadas y diversidad de apodos hicieron que tomara tiempo entender que Tita y la Lobita eran la misma persona. A fines de 2004, por una investigación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), se determinó que Tita era uno de los alias de Iris, quedó establecida la conexión con la Lobita –la embarazada vista en el Atlético–, y fue corroborada la identidad de su compañero, “el Lobo”.

Acto seguido, se incorporó el caso al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), pero Enrique ni siquiera estaba denunciado como desaparecido y no había parientes para contactar. Pasaron seis años hasta que una prima se acercó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y recién entonces se pudieron agregar los perfiles del grupo familiar al BNDG.

Años después, la filial de Córdoba de Abuelas se contactó con un hombre que podía ser uno de los nietos buscados, éste accedió a realizarse un ADN. El BNDG no estaba completo, por lo que en un primer momento el resulta fue que no incluía con ninguna familia. Pero con la incorporación de la rama paterna, junto a la ampliación de los marcadores analizados, el 18 de abril de 2017 el BNDG confirmó que era el hijo de Iris y Enrique.

197731 de enero

Desaparición de la madre

201718 de abril

Restitución

122Número de caso resuelto

“La verdad puede ser muy dolorosa y triste, pero, a su vez, muy liberadora”
José Bustamante García

“Me animé a dar el paso”

Iris García nació el 15 de mayo de 1952 en Mendoza. Al momento de su secuestro, estudiaba Sociología en la Universidad Católica Argentina. Su familia y amigos le decían "Suzuki". Enrique Bustamante nació el 5 de junio de 1951 en la ciudad de Buenos Aires y lo llamaban "Bebé". Ella militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y con Enrique en la organización Montoneros. Allí los conocían como "Tita", "Pajarito" o "La Gallega", y a él como "El Lobo" o "El Chamaco". Militaban en las villas de Barracas y en los inquilinatos de la zona.

“De chico supe que no era hijo biológico de quienes me criaron. Durante años no hice nada con eso. Ya de grande, Vanina, mi compañera, me decía que podía ser hijo de desaparecidos, pero algo me frenaba: la culpa, el miedo… Luego nacieron mis hijas y pensé que no podía dejarles algo como esto sin resolver. Y me animé a dar el paso”, contaría José, al año siguiente de ser restituido.

Cálido, amable, de hablar pausado, José siempre entendió que la restitución de su identidad también involucraba a sus hijas, y por eso, con las palabras justas, les fue narrando la historia de Iris y Enrique para que ellas pudieran asimilar la nueva situación. A la vez, se ha convertido en un colaborador permanente de la búsqueda de Abuelas.

“Mi padre, mi madre y yo fuimos víctimas del terrorismo de Estado”
José Bustamante García

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