11 de agosto de 2020
Justa fue un ejemplo de amor y de lucha. En 2012, pudo reencontrarse con su nieto, Pablo Gaona Miranda, desaparecido desde el mes de vida.
Abuelas de Plaza de Mayo manifiesta su tristeza por la partida de Justa Paiva de Gaona, cuyo hijo Ricardo Gaona Paiva, su nuera María Rosa Miranda y el hijo de ambos fueron secuestrados el 14 de mayo de 1978. Treinta y cuatro años después, pudo abrazar a su nieto Pablo.
Justa era oriunda de Paraguay. Allí se casó y tuvo a sus primeros tres hijos. La pobreza hizo que decidieran probar suerte en la Argentina y así fue que se mudaron a Buenos Aires, primero con su hija menor, dejando en el vecino país a Rigoberto y Ricardo (los dos mayores), al cuidado de su abuela. La idea era asentarse y luego reunir a todos. Con esfuerzo, compraron una casita en Villa Martelli, echaron raíces y tuvieron tres hijos más.
Ricardo, nacido en Paraguay el 20 de septiembre de 1956, llegó a
Por entonces, conoció a María Rosa Miranda –quien también militaba en el ERP–, se enamoraron y comenzaron a vivir juntos. Al poco tiempo, ella quedó embarazada y el 13 de abril de 1978 nació Pablo Javier. La alegría fue fugaz. El 14 de mayo la pareja y el pequeño participaron de un encuentro familiar en lo de Justa y, camino a su casa en la ciudad de Buenos Aires, fueron secuestrados y Pablo fue apropiado.
La familia de Justa padeció el mismo recorrido que miles de otras familias de desaparecidos: silencio, maltrato, amenazas. Pasaron más de tres décadas hasta que Pablo, su nieto, recuperó la identidad y así Justa y los suyos recobraron algo de todo lo que el terrorismo de Estado les quitó. Ricardo y María Rosa siguen desaparecidos.
En este momento de dolor, queremos hacer llegar nuestras condolencias a toda la familia Gaona. Justa fue un ejemplo de amor y de lucha. Reciban nuestro fuerte abrazo a la distancia a la espera de los otros que ya volverán.
Fuente: Abuelas
Autor/a: Abuelas
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