Por casi 40 años buscamos al hijo o hija de Susana y Oscar con la esperanza de que hubiera nacido. No fue así. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas, pudo comprobar que la joven fue asesinada antes de dar a luz. Sus restos estaban enterrados como NN en el Cementerio Municipal de Boulogne. Su cuerpo fue llevado allí luego de aparecer el 1° de julio de 1976, junto a los de otras dos mujeres y nueve hombres, en Don Bosco y Sucre, partido de San Isidro. Oscar continúa desaparecido.
Desde la desaparición de nuestros hijos e hijas, las Abuelas de Plaza de Mayo buscamos a nuestros nietos y nietas con la esperanza de abrazarlos, de devolverles su historia familiar y legarles una vida en la verdad. Casos como el de Susana Ossola confirman la virulencia de los represores, que acribillaron a mujeres embarazadas.