El hijo o hija de Silvia Susana González y Andrés Eduardo Quevedo debió nacer en junio de 1975. La pareja fue secuestrada el 13 de febrero de 1975 en su domicilio de la ciudad de Córdoba, ella embarazada de cinco meses. Ambos fueron conducidos a la Central de Informaciones de la Policía de la provincia. Cuatro días después, Silvia fue llevada a la Unidad Penal N° 5 del Buen Pastor, y tanto ella como él fueron puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. En junio de 1975, la joven empezó con contracciones y fue trasladada a una maternidad policial, donde dio a luz a un bebé que le dijeron que nació muerto. Sin embargo, no la dejaron verlo ni le entregaron ninguna documentación. En agosto de ese año fue liberada y luego también su compañero.
En 2004, Silvia se comunicó con Abuelas de Plaza de Mayo, que derivó su denuncia a la Comisión nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), donde se abrió un legajo por su caso y el grupo familiar fue incorporado al Banco Nacional de Datos Genéticos para buscar a ese bebé.
El niño o niña que debió nacer en cautiverio continúa desaparecido.