Nieto/a - TARTAGLIA, Lucila

Lucila Tartaglia

ADN: 26 de octubre, 2017

Nació en cautiverio en diciembre de 1978 o enero de 1979. Su madre, Lucía Tartaglia, fue secuestrada el 27 de noviembre de 1977 en la ciudad de La Plata. Su familia empezó a buscarla, pero no tuvo ninguna noticia de ella hasta un año después, cuando su hermano, Aldo Tartaglia, recibió una primera carta donde Lucía relataba que estaba detenida, y luego una segunda contando que estaba embarazada y esperaba dar a luz para principios de 1979. Desde entonces, emprendieron la búsqueda del niño o niña.

La familia de Lucila Tartaglia

Madre

Lucía Rosalinda Victoria Tartaglia

Desaparecida el 27 de noviembre de 1977 La Plata, provincia de Buenos Aires.

Abuela materna

María Rosario López

Falleció el 7 de enero de 2009. No pudo conocer a su nieta.

Ya en democracia, por testimonios de sobrevivientes, se supo que Lucía permaneció secuestrada en el circuito represivo Atlético-Banco-Olimpo (ABO), la apodaban “Anteojito” y fue llevada a parir mientras aún se encontraba en cautiverio.

Lucía nació el 6 de junio de 1953 en Santa Rosa, La Pampa. Su familia la llamaba "La Flaca". Cuando terminó la escuela secundaria, se mudó a La Plata, donde estudiaba Derecho y militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Tenía 24 años al momento de su secuestro.

Su caso fue investigado en la “megacausa ABO” que concluyó en 2011 con la condena a 14 genocidas, entre ellos el subcomisario Samuel Miara, apropiador de dos hijos de desaparecidos, los mellizos Gonzalo y Matías Reggiardo Tolosa.

Lucía continúa desaparecida.

197727 de noviembre

Desaparición de la madre

diciembre1978enero1979

Nacimiento del/a nieto/a

201726 de octubre

Restitución

125Número de caso resuelto

“La Pampa recuperó una nieta. No la conocemos y ya la amamos. Es alguien a quien estuvimos esperando mucho tiempo”

Lucía Tartaglia, prima de Lucila Tartaglia

"La amamos sin conocerla"

Casi cuatro décadas después del secuestro de Lucía, una mujer fue citada en el marco de una investigación judicial e informada acerca de la posibilidad de ser hija de desaparecidos. Tras un tiempo, accedió a dar una muestra para cotejar su ADN. El 26 de octubre de 2017 el Banco Nacional de Datos Genéticos confirmó que era la hija de Lucía Tartaglia y así pudo conocer la verdad sobre su origen.

"Estamos felices –dijo su tío Aldo apenas enterado de la noticia–, porque la amamos sin conocerla y luchamos para llegar a este momento, que cierra una etapa de nuestras vidas para que comience otra". Y recordó a su madre, María: "Fue la que más peleó por recuperar la identidad de mi sobrina, y murió sin conocerla”.