Desde Abuelas de Plaza de Mayo exigimos la inmediata libertad de Eva Mieri, Alexia Abaigar, Aldana Muzzio, Candelaria Montes, Joaquín Santos e Iván Díaz, víctimas de la persecución y criminalización política que lleva adelante este gobierno junto a una parte de la justicia.

Militantes detenidas en operativos brutales, de madrugada, esposadas, incomunicadas, encarceladas, como si hubieran cometido un delito grave, y el poder judicial convertido en brazo ejecutor de esta desproporción.

Mientras tanto, al escrachado diputado Espert, a quien los medios oficialistas pretenden victimizar, se lo habilita a seguir propagando su verborrea violenta, misógina, estigmatizante, deshumanizante y antidemocrática, en línea con todo el gobierno, especialista en discursos de odio.

Persecución, proscripción, arbitrariedad, amedrentamiento, el mensaje es claro: hay un intento de disciplinar y silenciar cualquier disidencia. ¿Y cómo podría no haberlas, ante las medidas destructivas de este gobierno? El poder quiere que normalicemos una realidad profundamente desigual, cada vez con menos derechos y que ni siquiera protestemos por ello.

Llamamos la atención a la dirigencia política, a funcionarios y funcionarias del poder judicial y a la sociedad civil en general, sobre lo que está en juego: sin garantías, no hay estado de derecho. Todas y todos los que creemos en la democracia, en unidad, debemos poner un freno al fascismo y al autoritarismo.

¡Libertad inmediata a las compañeras y compañeros presos políticos! ¡Basta de persecución judicial! ¡No a la criminalización de la protesta! ¡Basta de violencia institucional!