22 de agosto de 2024
El actor Leonardo Sbaraglia, los directores y los productores de “Puan” participaron del debate luego de la proyección de la película en Casa por la Identidad.
Ante un nutrido público de variadas edades que aportó al debate con sus protagonistas y creadores, se proyectó Puan, segunda película del ciclo “Cine por la Identidad” que se desarrolla un jueves por mes en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria ex Esma.
"Estamos muy conmovidos de estar en este espacio de memoria, es un gran honor", coincidieron el actor Leonardo Sbaraglia, los directores María Alché y Benjamín Naishtat y los productores Federico Eibuszyc y Bárbara Francisco Mendivil, quienes participaron de la charla, moderada por Esteban Herrera.
Las preguntas del público giraron, principalmente, en torno a la relación entre Puan y el momento actual de las universidades públicas, en crisis por la falta de financiamiento.
Al respecto, Naishtat contó que la película fue escrita en 2020 y filmada en 2022. “Bastante antes de que fuera algo plausible esto que estamos viviendo, lo cual es más misterioso para nosotros. Hay quizá dos respuestas. Una es que hay algo que vuelve, de los ciclos. Nosotros generacionalmente vivimos muy de cerca 2001, la crisis educativa cuando Lopez Murphy quiso avanzar sobre el presupuesto de la universidad y la enorme movilización de ese momento, que la hizo retroceder. Fue la primera lucha que viví de cerca en la adolescencia y me marcó”, contó el director y amplió: “Por otro lado, quizá algo estaba en el aire en cuanto a la sensación de que el horizonte indefinido de crisis de deuda que venimos arrastrando es una cosa que no termina más y avanza sobre las posibilidades de proyección de futuro, de un proyecto de país. El personaje de Marcelo, de Leo, los alumnos, ese mundo que trata de ser, pero hay una mano que nos corta las alas a nivel pueblo. Hoy es importante reflexionar para que eso no pase más, para tener otro tipo de horizonte".
El equipo de Puan también relató detalles sobre la filmación, para lograr reconstruir la atmósfera de esta facultad. En este sentido, Sbaraglia contó que tuvieron que “darles clases de verdad” a quienes actuaron como alumnos, que en realidad eran estudiantes de Puan. "Para nosotros era muy importante que los alumnos aparezcan en la película porque era muy difícil transmitirle a un vestuarista cómo convertir a un extra en alguien de Puan. Y, en segundo lugar, por algo de actuación, no es lo mismo para los actores que están dando una clase que quienes escuchan entiendan y puedan prestar atención. Ellos estaban más cómodos con su manera de estar en el aula", amplió Alché.
Sobre el impacto que tuvo la película, Eibuszyc contó que “fue una sorpresa”. “Es lo que queríamos, pero no es lo que pensábamos que iba a pasar. Es muy difícil estrenar una película en el país así que las expectativas eran medidas. Pensábamos que llegar a 50 mil espectadores era un sueño y llegamos a 150 mil. Además de eso, tuvo una repercusión en paralelo que es este tipo de actividades, que fueron muchísimas, cientos de funciones para generar debate", detalló. En este sentido, la productora Bárbara Francisco Mendivil aportó que algo que pasó es que “el arte se transforma como en una especie de discurso, como una respuesta a lo que está pasando desde un hecho artístico". La película, contaron, fue exhibida en cárceles, escuelas públicas, universidades de todo el país. “Lo más importante son los lazos, la comunidad, y la imaginación para construir algo para el futuro, que sea para todos y todas", concluyó Alché.
Los artistas también respondieron sobre la situación actual del cine, a la que calificaron de “incierta” y “muy mala” porque a la “falta de dinero se suma la decisión política de no acompañar la creación alguna de cine”. Pero también mostraron cierta esperanza: “El hacer cine siempre encuentra un espacio, muchas veces por generaciones más nuevas”, advirtió Eibuszyc y explicó que “no se está defendiendo solo hacer películas sino toda una industria, el trabajo muy calificado y apreciado en todos lados, de mucha gente".
En este sentido, Sbaraglia, en respuesta a una joven de 16 años que se mostró preocupada por la situación general, contó que él, cuando tenía su edad, actuó en "La noche de los lápices", a apenas tres años del fin de la dictadura. “Tuve la suerte de poder transmitir a mis compañeros esa experiencia en las clases de educación cívica. Uno no puede perder la esperanza, vamos a seguir transmitiendo y luchando sin bajar los brazos en relación con esta identidad que hemos sabido cuidar y la posta que hemos sabido agarrar de tanta gente que dio su vida por esos derechos. Vamos a seguir con los brazos en alto", alentó.
Esta nueva edición del ciclo “Cine por la Identidad” continuará en septiembre, con la proyección de “Corresponsal”, de Emiliano Serra.
Fuente: Abuelas
Autor/a: Abuelas
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