Hace unos meses, la profesora Elodie Beauvais quiso compartir con sus alumnos del Liceo Sainte-Céline de La Ferté-sous-Jouarre, a unos 70 kilómetros de París, la historia de las Abuelas de Plaza de Mayo. Así, con sus cursos de 2do A, B y C, conformados por estudiantes de 14 a 16 años, estudiaron en clase la dictadura argentina y la lucha de Madres y Abuelas.

Con materiales como Historietas por la Identidad, accedieron a testimonios vinculados a la búsqueda de los nietos y nietas apropiados por el terrorismo de Estado. “Les conmovió mucho su historia y les impresionó su lucha. Se comprometieron mucho con este proyecto”, contó Beauvais.

En el marco de este proyecto, las chicas y chicos nos escribieron tres cartas en perfecto español para hacernos llegar su afecto a la distancia. “De nuestra generación a la suya, les enviamos nuestro más sincero apoyo. El hecho de que hayan seguido buscando a su familia biológica significa mucho para nosotros. Su resistencia y valentía son una inspiración”, dijeron los estudiantes.

“Queremos expresarles todo nuestro apoyo. Su lucha por la verdad y la justicia no se limita a Argentina, sino que resuena más allá de sus fronteras, recordándonos a todos la importancia de los derechos humanos y la dignidad. Ustedes han demostrado que, frente a la opresión y el olvido, el amor y la determinación pueden triunfar. Son heroínas de nuestro tiempo. También nos gustaría destacar la importancia de su labor en la educación de las generaciones más jóvenes. Estudiando sus historias, no solo hemos aprendido sobre los trágicos acontecimientos de la dictadura argentina, sino que también hemos comprendido el valor de la resistencia pacífica y la lucha por la verdad”.

“Ustedes son un ejemplo a seguir porque han sabido transformar su tristeza y su rabia en una fuerza imparable para luchar y descubrir la verdad. Su fuerza es increíble. Desde Francia, cuentan con nuestro apoyo incondicional. Su historia es intergeneracional e internacional. Hemos decidido rendirles homenaje plantando un árbol en el jardín de la escuela para seguir haciendo oír su voz y llevar su historia a nuestro país. Además, hemos decidido rebautizar una clase con el nombre de «Abuelas de Plaza de Mayo»”.

Este tipo de gestos, estas palabras sinceras, nos dan fuerza para seguir buscando a todas las personas que todavía no conocen su verdadera identidad. Agradecemos, desde ya, a la docente Beauvais y a todos sus estudiantes. Y como dijeron ellos: “Incluso en los tiempos más oscuros, es posible luchar por un futuro mejor”.