6 de mayo de 2024
La titular de Abuelas, nietas y nietos, familiares y sobrevivientes participaron del acto de apertura de un nuevo espacio de memoria donde funcionó el centro clandestino La Cacha.
La presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, encabezó con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, la inauguración de un espacio para la memoria y la promoción de los derechos humanos donde funcionó el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”.
Junto a ellos estuvieron el intendente de La Plata, Julio Alak, la Madre de Plaza de Mayo Herenia Sánchez de Viamonte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Juan Martín Mena, el subsecretario de Derechos Humanos, Matías Moreno, sobrevivientes y familiares de personas que pasaron por La Cacha.
Durante la apertura del espacio también se anunció una resolución firmada por Mena, que instruye la “incorporación en la currícula obligatoria de todo aspirante al Servicio Penitenciario Bonaerense, la visita y la capacitación en este espacio de memoria, porque no puede haber ningún integrante de la fuerza que no conozca los crímenes que se han cometido”.
“Este espacio de memoria requirió un trabajo arqueológico muy importante –destacó el gobernador Kicillof–, ya que gran parte de este ex centro clandestino de detención había sido demolido para esconder los crímenes que se llevaron a cabo en él”. “La idea de los genocidas fue asesinar y ocultar los restos: hubo un pacto de silencio para desaparecer también las pruebas y la historia”, agregó.
“En este momento tan difícil para nuestro país, esta inauguración tiene un valor aún mayor: demuestra que las obras son también para construir espacios de enseñanza y de historia. Estamos acá para dar respuestas, mostrar resultados y cumplir con nuestro mandato popular: mientras a nivel nacional campea el negacionismo, en la provincia de Buenos Aires subsiste y florece la memoria”, expresó el mandatario.
La inauguración se llevó a cabo en cumplimiento de la Ley Provincial N°13.584, que establece la necesidad de preservar los sitios que funcionaron como centros clandestinos durante la última dictadura. La Cacha funcionó desde los últimos meses de 1976 hasta finales de 1978, dentro del predio del Complejo Penitenciario Lisandro Olmos. Allí estuvieron detenidas ilegalmente más de 250 personas, incluidas varias mujeres embarazadas, una de ellas la hija de Estela, tal cual señaló Mena.
“Todos los centros clandestinos fueron espacios siniestros, pero este tuvo características propias porque funcionaba como centro interfuerzas en el que actuaban en conjunto efectivos de la Armada, el Ejército y de la Policía y el Servicio Penitenciario Bonaerense”, subrayó el funcionario.
“Fue siniestro hasta en su nombre, La Cacha; impuesto en honor a la bruja Cachavacha, el personaje de la tira infantil Súper Hijitus que con una varita mágica desaparecía gente. Pero acá no había ninguna varita mágica y ningún cuento. Acá torturaron y desaparecieron a gente de carne y hueso, a compañeros y compañeras militantes”, agregó.
“Estos espacios servirán para que los jóvenes tomen la posta de esta lucha, porque sabemos que sin memoria y sin verdad, si no ejercemos la memoria constante y recordamos e informamos a las generaciones futuras sobre lo que aquí pasaba, no solo no habrá justicia, sino que no habrá un país posible y respetuoso de los derechos de todos y todas”
“Se trata de invertir en Memoria, Verdad y Justicia, sobre todo en estos tiempos que corren”, remarcó la directora de Sitios y Espacios de Memoria bonaerense, Lorena Battistiol, quien, además, junto con Abuelas, busca a un hermano nacido en cautiverio.
Respecto a la inauguración del espacio de La Cacha, señaló: “Está provocando un efecto tanto en los familiares, como en las personas afectadas y sobrevivientes en particular, de reparación y reivindicación de su militancia, el recuerdo y valoración de los compañeros y compañeros que desaparecieron allí”. “Si queremos seguir fomentando que más gente conozca la historia del país, esta es la manera”, añadió.
La obra para el nuevo espacio incluyó pasarelas y techados y fue realizada con el objetivo de conservar los restos de las estructuras recuperadas mediante los trabajos de excavación arqueológica que llevó a cabo el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Asimismo, se contempló la preservación de las arboledas lindantes al predio, ya que forman parte del paisaje que fue reconocido por las y los sobrevivientes.
Fuente: Abuelas
Autor/a: Abuelas
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