1 de diciembre de 2023
Realizamos la última función del ciclo que hacemos junto al Incca “Cine por la Identidad. 40 años de democracia”, con la proyección del documental de Sergio Wolf “Esto no es un golpe”, un thriller documental para reflexionar sobre nuestra historia.
Realizamos la última función del ciclo que hacemos junto al Incca “Cine por la Identidad. 40 años de democracia”, con la proyección del documental de Sergio Wolf “Esto no es un golpe”, sobre el levantamiento carapintada ocurrido en Semana Santa de 1987, durante el gobierno de Raúl Alfonsín. “Las frases que quedaron presentes sobre los hechos de semana Santa siempre fueron ´Felices pascuas, la casa está en orden´, pero hubo una tercera, para mí la más esclarecedora de lo ocurrido, que es ´Y no hay sangre en la Argentina´”, señaló Sergio Wolf en diálogo con el público, al finalizar la proyección, sobre la complejidad de lo ocurrido en ese intento de golpe de Estado al primer presidente democrático luego de la dictadura más sangrienta de nuestro país.
Wolf y su productor, Gabriel Kameniecki, explicaron el complejo proceso de trabajo y respondieron a la pregunta del moderador de la charla, Esteban Herrera, sobre las principales dificultades que afrontaron: “Tuvimos varios desafíos: por un lado, cómo restituir al personaje de Alfonsín, que no estaba vivo; y por otro, varios otros respecto de los Carapintadas. El primer obstáculo era ético, nos parecía que no correspondía darle voz”, explicó Grabril. La solución llegó de la mano del guion del thriller documental, que les pedía la construcción de un villano. Este villano sería construido por su propia voz. Wolf y Kameiniecki contaron la preparación de las entrevistas, el diseño de los encuentros, para manejar la delgada línea entre dejarlos hablar, no quedar condescendientes con sus dichos e impedir que se enojen. La entrevista a Aldo Rico, líder de este levantamiento, es el claro ejemplo del éxito. “Después de un sin fin de negociaciones, idas vueltas, me cortaba el teléfono y demás, llegamos al día. Con Pablo y Gabriel tuvimos una charla sobre cómo iba a ser la escena con Rico y me dijeron esto es todo lo que vos no podés hacer: ´vos no te enojás, vos lo dejás que hable, nosotros necesitamos que hable, vos tenés que estar tranquilo. Esperá y pregunta lo tuyo, pero nunca pierdas el eje. La película necesita que vos dejes que hable y avance´”, recordó Sergio Wolf.
Sergio y Gabriel comentaron otras tipos de dificultades como la imposibilidad de grabar dentro de Campo de Mayo, en donde se produjo aquella sublevación. El grupo de carapintadas, liderado por Aldo Rico, había tomado el Regimiento de Infantería de Campo de Mayo, pero había muchas otras unidades en la misma situación. En la película, el mismo Rico afirma que la inacción de las Fuerzas Armadas se debía a la solidaridad con la medida, que había nacido del malestar por la aceleración de presentaciones judiciales contra genocidas, que había traído como búmeran la ley de Punto Final.
De la mesa de debate también participó el nieto restituido Guillermo Pérez Roisinblit, quien en el momento del levantamiento se encontraba viviendo en esa zona en el antiguo Partido de General Sarmiento con una identidad falsa. “Yo recuerdo ver todo por televisión”, recordó. Y agregó: “Es increíble ver en la imágenes, porque conozco vivo a 15 cuadras de este lugar, es impactante ver las imágenes porque se entiende perfectamente que nos les permitían grabar, porque las imágenes son con el vehículo en movimiento”.
El intercambio también se produjo con el público, de variada edad y procedencia. Una joven angustiada por el presente luego de la contienda electoral, aseguró que la película le trajo esperanza. El ejercicio de volver a estudiar y ver nuestra propia historia ayuda a comprender los procesos y avizorar soluciones, y el cine es una herramienta fundamental para ello.
Fuente: Abuelas
Autor/a: Abuelas
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