Recientemente, a raíz de un informe que señala la creciente preponderancia de contenido que niega o minimiza la dictadura y los crímenes cometidos durante ese oscuro período de la historia, desde Abuelas enviamos una carta al director general de Google Argentina, Víctor Valle, y a la gerenta de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales de Google, Eleonora Rabinovich.

El disparador de nuestro reclamo fue un estudio elaborado por Contextual, una iniciativa del Instituto de Desarrollo Digital de América Latina y el Caribe (IDDLAC) que lucha contra la desinformación y los discursos antidemocráticos, en el que reveló cómo las redes sociales amplifican el discurso negacionista de los principales candidatos de La Libertad Avanza.

Es preocupante ver cómo estas falsedades y distorsiones se difunden a través de plataformas como YouTube –expresamos en nuestra misiva–, perpetuando una narrativa que contradice abiertamente la realidad y el sufrimiento que vivimos como sociedad.

La última dictadura dejó un legado de dolor inmenso: 30 mil desaparecidos, heridas profundas en nuestras familias y en toda la sociedad. Es nuestro deber recordar y honrar a las víctimas y luchar para que nunca más se repita una tragedia similar en la Argentina.

Es alentador saber que en países como Alemania, Google y YouTube han tomado medidas para prohibir contenido de este tipo en sus reglas de uso (como el contenido que niega el Holocausto), reconociendo la importancia de no permitir que se difundan falsedades sobre eventos históricos tan trascendentales.

Entendemos que la libertad de expresión es un principio fundamental, pero creemos que existe una responsabilidad ética en el alojamiento, difusión y recomendación algorítimica de la información, especialmente cuando se trata de hechos tan sensibles como la última dictadura en Argentina.

Por lo tanto, nos preguntamos: ¿por qué Google Argentina no protege a los argentinos de la difusión de contenido negacionista que perpetúa el dolor y el sufrimiento de las víctimas y sus familias?

Les instamos, concluimos en la nota, a considerar seriamente adoptar medidas similares a las de otros países en la interpretación y aplicación de sus propias reglas, para prevenir la propagación de contenido que niega los delitos de lesa humanidad de la dictadura cívico-militar en Argentina.